Los marcadores han vuelto a subir, pero aunque me llevé un disgusto al saberlo, noto los bultos del cuello mucho más pequeños, por lo que pienso que puede ser por la inflamación que no se me acaba de ir. Creo que los culpables no fueron los anacardos sino el aceite, y luego en las Navidades el azúcar que he vuelto a comer en forma de turrones. A partir de ahora se acabó el azúcar incluso en el chocolate 85% que tomaba después de comer o la crema de avellanas del fin de semana. También voy a volver a hacer ensalada al mediodía y a la cena y dejaré el pan una temporada (ya que la otra vez me fue bien). La cúrcuma plus me está yendo bien y volveré a tomar las semillas de albaricoque, más la kelp para la tiroides. Aparte de eso, estoy haciendo más respiraciones- normalmente aprovecho cuando paseo al gato- para que mis células tengan más oxígeno.
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Hoy he cometido el error de hacerme el chocolate vegano de Danza de Fogones y acompañarlo con las galletas de espelta de Veritas, porque esta mañana me han hecho el análisis de sangre y estoy bastante nerviosa por los resultados. Y justamente ahora tengo un inicio de migraña, con lo que las estoy relacionando con el consumo de cualquier tipo de azúcar añadido (en este caso ha sido concentrado de ágave).